

Oliver Laxe, el director español con suerte en Cannes
El cineasta español Oliver Laxe, ganador este sábado del premio del jurado ex aequo con su película "Sirat" en el 78º Festival de Cannes, es un rostro habitual desde hace 15 años en el certamen, donde siempre ha logrado llevarse algún premio en cada una de sus cuatro participaciones.
"Sirat" compartió el premio con la película alemana "Sound of Falling", de Mascha Schilinski.
Nacido en Francia, hijo de migrantes gallegos, Laxe volvió a España a los seis años, cursó estudios universitarios en Barcelona y vivió durante cerca de una década en Marruecos, donde ha rodado tres de sus cuatro largometrajes.
Su cine se impregna de esa trashumancia y se apoya por igual en la belleza de las imágenes con la fuerza de la música, como en "Sirat", donde el tecno retumba entre las montañas del desierto marroquí.
Laxe se toma su tiempo para abordar los temas que, dice, le obsesionan desde que entró en el cine: la muerte, las migraciones, la relación entre el ser humano y la naturaleza, el mundo como un lugar en constante mutación.
"Me gusta meditar sobre la muerte, creo que es la mejor manera de encarar la vida y de crecer: como convertir la muerte en una puerta a otro lugar", explicó a AFP al presentar "Sirat" en la 78ª edición del Festival.
En "Sirat", el actor español Sergi López desembarca junto con su hijo en una "rave", una fiesta de música tecno, en el desierto marroquí, a la búsqueda de su otra hija, desaparecida desde hace cinco meses.
Cuando la fiesta es disuelta por la policía, ambos deciden seguir a un grupo de "ravers" rumbo a otra concentración ilegal. En el camino la tragedia se abate sobre el grupo, y transforma la vida de cada uno de ellos.
- Un cineasta "sinestésico" -
"Soy un cineasta sinestésico, sensorial, me gusta la sensualidad de la imagen y de la música", explica.
Ese gusto por la música electrónica proviene de cuando vivía en un palmeral en el sur de Marruecos. En el vecindario acostumbraban a llevarse a cabo ese tipo de fiestas.
Fue en ese escenario entre místico y austero donde rodó "Mimosas", con el que ganó en 2016 el gran premio de la Semana de la Crítica.
El filme es "un viaje geográfico que va en paralelo con una épica interior", explicó el realizador en esa edición de Cannes a la AFP.
"Mimosas" sigue a una caravana a través de las montañas del Atlas, en el último viaje de un jeque que quiere regresar a su pueblo natal para morir.
Seis años antes dirigió y protagonizó "Todos vosotros sois capitanes", con chicos de la calle en Marruecos, un proyecto inspirado de sus talleres de cine para esos menores.
Esa obra rodada en blanco y negro obtuvo el premio de la crítica internacional en la Quincena de Realizadores de Cannes (2010).
En 2019, regreso a las raíces gallegas, con "O que arde", sobre un pirómano que regresa a la casa de su madre, en una aldea perdida de esta región del noroeste de España, donde los incendios hacen mella.
Esa obra logró el premio de la sección Una Cierta Mirada en Cannes.
Y a pesar de esa ristra de éxitos, Laxe se mostraba cauto cuando presentó "Sirat", en el primer tramo de la competición oficial de Cannes.
"Esta película tiene ciertos gestos muy radicales que no invitan al consenso. Hay gente a la que le va a maravillar, que va a disfrutar de la libertad con la que la hemos hecho. Y otra gente a la que no le va a interesar o que no va a entenderla", explicó.
H.Roth--FFMTZ