

Rua 25 de Março, la meca del comercio popular brasileño en la mira de Trump
"Con todo respeto, ¿qué estás buscando?", susurra el hombre a cualquiera que transite su esquina, y con su mejor sonrisa muestra un menú de relojes, carteras, zapatillas, camisas y otros artículos estampados con nombres de marcas famosas.
El hombre se hace llamar Alemao 25, tiene unos 30 años y trabaja como caza clientes en la calle 25 de Março de Sao Paulo, una de las mayores zonas de comercio popular de América Latina, apuntada el martes por el gobierno de Donald Trump como una meca de productos falsificados.
Estados Unidos inició esta semana una investigación sobre "prácticas comerciales desleales" brasileñas, luego de que Trump anunciara aranceles de 50% sobre Brasil a partir del 1º de agosto.
"La zona de la Rua 25 de Março se ha mantenido por décadas como uno de los mayores mercados de productos falsificados pese a los operativos sobre el área", señaló un informe del gobierno estadounidense, en una crítica a la "protección de la propiedad intelectual" en Brasil.
"Piratería no es crimen: es economía", dice risueño a la AFP Alemao 25.
- Culpa de Bolsonaro, culpa de Lula -
En pleno centro histórico, una zona tan vibrante como venida a menos de la mayor ciudad latinoamericana, el área de la 25 de Março atrae a unas 200 mil personas por día que visitan más de tres mil locales registrados y distribuidos en 17 calles, según la Unión de Comerciantes.
En galerías laberínticas de tiendas, pequeños negocios o carpas callejeras, en mayoristas o minoristas, la 25 ofrece productos nacionales e importados, originales y falsificados, de excelente y pésima factura.
Tecnología, ropa, perfumes, bisutería, textiles, juguetes, electrodomésticos, artesanías, decoración, tabaco, alcohol, artículos sexuales y más: los paulistanos suelen jactarse de que "si no se encuentra algo en la 25, no se encuentra en ningún lugar del mundo".
"Las tarifas de Trump son por culpa de Bolsonaro, pura politiquería", opina Anderson Ferreira, un comerciante de electrónicos de 52 años en la galería Pagé, mencionada como foco de falsificados en otro informe estadounidense publicado al final de mandato de Joe Biden.
Entre los motivos para amenazar a Brasil con mayores aranceles Trump mencionó una supuesta "caza de brujas" contra el exmandatario de extrema derecha Jair Bolsonaro, juzgado por una presunta intentona golpista en 2022 para impedir la asunción del presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva.
Para Victor Felício, un gastronómico de 29 años que vino a hacer compras, "la culpa es de Lula por enfrentar a Trump y haber recibido a los BRICS" en la reciente cumbre de las potencias emergentes en Rio de Janeiro.
- "Misma calidad y mejor precio" -
En la 25 de Março, zona comercial desde hace un siglo, muchos vendedores prefieren no tratar con la prensa ni ser fotografiados. Con fuerte presencia de comerciantes de las comunidades china y sirio-libanesa, algunos aducen no hablar portugués fluido.
"Si en Estados Unidos nos critican, no saben nada, porque los productos de acá que llaman 'falsos' son los mismos que se venden como originales en otras tiendas: misma calidad y mejor precio", se anima Juliana, una vendedora de perfumes de 29 años.
Es el argumento que otros comerciantes repiten sin dar sus nombres: muchos productos no son falsificados, sino contrabandeados.
Las falsificaciones y el contrabando en Brasil le causan un perjuicio anual al Estado de unos 75 mil millones de dólares -equivalente al 4% del PBI-, por las pérdidas en tributación y facturación de empresas legales, según la Asociación Brasileña de Combate a la Falsificación.
Pero la Unión de Comerciantes de la 25 aseguró el miércoles en una nota que las ventas irregulares "no representan a la inmensa mayoría de los comerciantes de la zona, que actúan de forma legal y transparente".
Sus productos "son importados principalmente de China y no tienen ninguna relación con Estados Unidos", aclaró la entidad.
Aunque llegan incluso a otros estados brasileños, las ventas de la 25 se concentran en el mercado nacional, por lo que no sufrirían directamente los aranceles anunciados por Trump.
"Una de las dos mayores potencias del mundo está preocupada con la 25 de Março", ironizó este miércoles el jefe de gabinete de Lula, Rui Costa.
Ajena a la tensión entre gobiernos, Maria Pauline, una empleada doméstica de 61 años, seguirá trajinando la 25: "Vengo casi todas las semanas... acá siempre es más barato".
Z.Paulsen--FFMTZ