

Anna Wintour deja la dirección de Vogue EEUU para concentrarse en la marca mundial
Anna Wintour, que dirigió durante 37 años la edición estadounidense de la revista Vogue, conocida como la "biblia de la moda", deja su cargo para asumir mayores responsabilidades en la editora de la publicación, Condé Nast, confirmó una fuente de la empresa.
"¡Sorpresa! Después de 37 años, Anna Wintour deja su cargo de directora de Vogue Estados Unidos. Anunció la noticia el miércoles por la mañana a los empleados", informó el Daily Front Row, una publicación especializada, que generó un sismo en el sector de la moda.
Consultada por la AFP, una fuente de Condé Nast matizó la información y aseguró que "Anna ha comunicado al equipo de Vogue la creación de un nuevo puesto: director de contenido editorial de Vogue EEUU".
"Anna seguirá desempeñando sus funciones como directora de contenidos de Condé Nast y directora editorial global de Vogue", afirmó dicha fuente.
La creación del nuevo puesto para la edición estadounidense de la prestigiosa revista, que se enmarca en una reestructuración iniciada hace cuatro años, permitirá a esta sacerdotisa todopoderosa de la moda, de 75 años, "centrar toda su atención en sus otras dos funciones", señaló el mensaje.
Durante los últimos cuatro años, Wintour había asumido la dirección global en todas las marcas, además de la edición diaria de la revista Vogue estadounidense.
Como directora de contenidos, Wintour supervisa todas las marcas del grupo a nivel mundial, incluidas Wired, Vanity Fair, GQ, AD, Condé Nast Traveler, Glamour, Bon Appétit, Tatler, World of Interiors, Allure y muchas más, con la excepción de The New Yorker, publicación también perteneciente al grupo centrada en la información política, cultural y social.
La veterana directora de origen inglés es conocida por revitalizar esta publicación imprescindible del mundo de la moda, a la que llegó en 1988 para tomar el relevo de la antigua redactora jefe, Grace Mirabella.
- Romper las reglas -
La primera portada bajo su impronta, en noviembre de 1988, mostraba a la modelo Michaela Bercu con unos vaqueros de 50 dólares -la primera vez que este tipo de prendas aparecía en la tapa de Vogue- y un suéter de Christian Lacroix de 10.000 dólares, en una divertida y relajada fotografía tomada por Peter Lindbergh.
"Era muy diferente de los primeros planos estudiados y elegantes que eran típicos de las portadas de Vogue en aquella época, con mucho maquillaje y grandiosas joyas. Esta rompió todas las reglas", declaró Wintour a Vogue en 2012.
Pero su influencia se extiende mucho más allá del mundo de la edición de revistas, y ha calado en la cultura popular con apodos como "Nuclear Wintour" y por convertir la gala anual del Museo Metropolitano de Arte (MET) de Nueva York en la fiesta de celebridades más importante del planeta.
Reconocible al instante por su corte de pelo "a la francesa" (media melena y flequillo enmarcándole la cara) perfectamente peinado y sus características gafas de sol Chanel, que lleva puestas en desfiles de moda incluso cuando no hay luz, inspiró la película de 2006 "El diablo viste a la moda", en la que Meryl Streep interpreta a una editora de revista.
Gélida, Wintour se labró una reputación de hacer o deshacer las carreras de los diseñadores con un simple movimiento de sus uñas siempre pintadas.
Condé Nast inició hace cuatro años un cambio en su estructura editorial y reunió por primera vez a los equipos editoriales de todo el mundo, que cuentan con un director de contenido editorial bajo la égida de un director editorial global.
A partir de ahora, el nuevo puesto que se creará en Vogue Estados Unidos se unirá a los directores de contenido editorial de Japón, China, India, Taiwán, Reino Unido, Francia, España, Alemania, Italia y Oriente Medio, informó la empresa.
I.Schulz--FFMTZ